Manuel Pellegrini vuelve a asomar como candidato para dirigir a la Selección Chilena. Según Pedro Carcuro, el DT del Betis estaría dispuesto a asumir “si hay cambio en la directiva del fútbol chileno”. Además, se abordaron las condiciones de fondo que el técnico ha planteado: un proyecto serio, con conducción técnica y un plan de desarrollo nacional.
			SANTIAGO — martes, 30 de septiembre de 2025. La opción de Manuel Pellegrini para la banca de La Roja recobró fuerza este martes. El comunicador Pedro Carcuro afirmó en Radio Agricultura que, con cambio en la directiva del fútbol chileno, es “muy probable” que el “Ingeniero” acepte encabezar el nuevo proceso del combinado nacional. “Esto es con fuente de primera mano, no te estoy chamullando”, dijo el histórico relator.
En paralelo, se recopiló las exigencias programáticas que el chileno ha descrito en entrevistas recientes: un proyecto serio, conducido por una dirección técnica que asesore a los dirigentes, con área técnica a lo largo de todo el país, y un plan de desarrollo que fortalezca competencias juveniles y el torneo local. Sin esas bases, advirtió el propio DT, “uno va a poner la cabeza en la guillotina”.
El contexto europeo también incide. Pellegrini mantiene contrato con Real Betis hasta mediados de 2026, y su renovación no está cerrada, lo que alimenta las versiones de un eventual giro hacia la selección. Desde España ya habían advertido la falta de acuerdo para extender el vínculo.
La discusión sumó la voz de Gustavo Alfaro, técnico de Paraguay, quien desde Chile por el Mundial Sub 20 declaró que le “encantaría ver a Pellegrini” al mando de la Roja, aunque subrayó que “habrá que ver si están dadas las condiciones”. El guiño refuerza que el nudo pasa por el proyecto y el liderazgo que la ANFP/FFCh sea capaz de ofrecer.
Otro dato no menor: si se quisiera acelerar conversaciones, el salario actual del chileno en Betis ronda los 6 millones de euros anuales, según Paywizard, cifra que marca una valla presupuestaria superior a procesos anteriores.
Mientras se ordena el mapa dirigencial y deportivo, la pelota queda del lado de la institucionalidad chilena: si hay proyecto y liderazgo —y si se despeja el frente contractual—, el “Ingeniero” vuelve a ser opción con sustento y no solo deseo.
