Ocho candidatos protagonizaron el último encuentro televisado antes de los comicios del 16 de noviembre. Seguridad, costo de la vida, pensiones y gobernabilidad dominaron el intercambio, en un formato marcado por la tensión, los mensajes al votante indeciso y la sombra del voto obligatorio.

Los ocho candidatos presidenciales posan en el set del Debate Anatel 2025, en los estudios de TVN, durante el último encuentro televisivo antes de las elecciones del 16 de noviembre.

SANTIAGO — martes, 11 de noviembre de 2025. El Debate Presidencial Anatel 2025, realizado en los estudios de TVN, reunió por última vez a las ocho candidaturas que buscan llegar a La Moneda. Moderado por Iván Núñez, Soledad Onetto, Daniel Matamala, Juan Manuel Astorga y Julia Vial, el encuentro de casi tres horas dejó definiciones claras: José Antonio Kast y Jeannette Jara ratificaron su condición de favoritos, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser se disputaron el voto conservador, y el resto intentó diferenciarse con escaso margen mediático.

El evento estuvo dividido en cuatro bloques temáticos —seguridad, políticas públicas, economía y gobernabilidad— con dos minutos por intervención y réplicas de treinta segundos. Cada palabra fue medida: a seis días de la elección y con voto obligatorio, un error podía costar miles de sufragios.


Seguridad y mano dura: Matthei vs. Kaiser

El tono del inicio fue combativo. Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, apeló al orden y a la autoridad:

“Los líderes criminales irán a la cárcel o al cementerio”, sentenció, prometiendo erradicar el narcoterrorismo en el sur en un año.

Su frase se viralizó de inmediato, aunque analistas la calificaron como una ofensiva “tardía”.

Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, mantuvo su estilo provocador y de discurso identitario:

“Vamos a preguntarle al país si quiere cerrar el capítulo del 73. Basta de pagar a falsos exonerados e indemnizaciones eternas”, anunció, planteando un plebiscito sobre los derechos humanos.

La propuesta generó reacciones encontradas y fue uno de los puntos más duros de la jornada.


Kast modera el tono y busca proyectarse

José Antonio Kast llegó al debate con una estrategia de contención. Evitó polémicas con sus pares de derecha y centró sus críticas en el Gobierno:

“Chile necesita orden, trabajo y seguridad. No más improvisaciones ni ideología”.

Su performance fue medida, sin errores ni golpes de efecto, lo que refuerza su perfil de “presidenciable” entre electores que valoran estabilidad más que novedad. Aun así, el escándalo por el presunto financiamiento irregular del economista Bernardo Fontaine, ligado a su entorno, tensionó el bloque opositor y fue mencionado en la previa del encuentro.

Jara se consolida al centro: experiencia y distancia del Gobierno

Jeannette Jara, abanderada de Unidad por Chile, mostró uno de los desempeños más sólidos de la noche. Con tono sereno y dominio escénico, marcó distancia del Presidente Boric:

“Mi candidatura no representa a un gobierno, sino a una coalición amplia”, enfatizó.

En el bloque social, defendió su gestión como exministra del Trabajo y cargó contra las AFP:

“Se financian campañas con la plata de los afiliados. Con mi plata, no”.

Su frase fue de las más comentadas en redes y consolidó su imagen de liderazgo técnico con sensibilidad social.


Economía y costo de la vida

El tema más transversal fue el alza de las cuentas de la luz, asunto que cruzó todas las candidaturas. Jara propuso un “consumo vital” de 85 kWh con rebajas del 20%; Parisi habló de leasing solar para hogares; y Matthei planteó inversión en transmisión eléctrica para bajar tarifas.

Franco Parisi, fiel a su estilo tecnocrático, insistió en un “nuevo retiro responsable” y reducción del IVA en medicamentos, aunque su discurso careció de ritmo televisivo.

Harold Mayne-Nicholls, el independiente moderado, apostó por la gobernabilidad: “Chile necesita acuerdos, no extremos”. Su tono conciliador contrastó con la tensión general.

Marco Enríquez-Ominami (MEO), en tanto, recurrió a su retórica habitual: “Chile sigue siendo un país profundamente injusto”. No obstante, su falta de estructura partidaria lo mantuvo fuera del foco mediático.


Valores y gobernabilidad

El debate derivó en temas valóricos. Kast y Kaiser reafirmaron su rechazo a ampliar causales de aborto, mientras Jara, Matthei y MEO defendieron el respeto a la libertad de las mujeres.

En materia institucional, todos coincidieron en que la seguridad y la eficiencia estatal son claves. Las diferencias surgieron en los métodos: uso de Fuerzas Armadas, descentralización judicial y atribuciones para la PDI.


La mirada de los analistas

  • Marco Moreno (U. Central): “Kast y Jara consolidaron su liderazgo. Ella habló al centro; él, a su base tradicional”.

  • Pepe Auth: “Matthei tuvo su mejor debate, pero probablemente demasiado tarde”.

  • Juan Pablo Rodríguez (Fundación Piensa): “El voto obligatorio convierte cualquier error en un castigo inmediato. En ese sentido, los favoritos salieron fortalecidos”.


Conclusión

El Debate Anatel 2025 no tuvo un ganador absoluto, pero sí confirmó tendencias. Jara y Kast lograron mantener el control, mientras Matthei y Kaiser se disputan el voto conservador en una derecha fragmentada.

Parisi, MEO y Mayne-Nicholls se mantuvieron en sus registros previsibles, y Artés defendió su ideario sin grandes variaciones.

A seis días de las elecciones, el escenario parece despejado: la segunda vuelta se definirá entre dos estilos de liderazgo —orden o gestión, autoridad o consenso—.

El resto será decidido por un electorado que, por primera vez en más de una década, votará por obligación… pero también por convicción.


📍 Redacción Pulso Comunal – Política Nacional
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