En su tercera aventura presidencial, Franco Parisi volvió a convertir a la Región de Antofagasta en su principal bastión electoral: obtuvo cerca del 35% de los votos y superó con holgura a Jeannette Jara y José Antonio Kast, consolidando al norte como territorio clave y posicionando su figura política como la gran sorpresa en esta primera instancia electoral.
ANTOFAGASTA — 16 de noviembre de 2025. La Región de Antofagasta volvió a convertirse en el bastión electoral de Franco Parisi, quien obtuvo una victoria contundente en la zona con el 34,99% de los votos y más de 137 mil sufragios, según el 100% de las mesas escrutadas. A pesar de quedar tercero a nivel nacional y fuera del balotaje, el líder del Partido de la Gente (PDG) reafirmó su hegemonía en el norte grande y consolidó un fenómeno político que, lejos de diluirse, continúa ampliándose con fuerza desde las elecciones de 2021.
Los resultados regionales exhiben una distancia significativa entre Parisi y los candidatos que sí avanzaron a segunda vuelta. Jeannette Jara, abanderada del oficialismo y el Partido Comunista, obtuvo un 23,35%, mientras que José Antonio Kast, representante del Partido Republicano, alcanzó el 18,02%. Más atrás quedaron Johannes Kaiser (13,08%), Evelyn Matthei (7,47%), Harold Mayne-Nicholls (1,39%), Marco Enríquez-Ominami (1,14%) y Eduardo Artés (0,53%).
El triunfo de Parisi fue replicado en buena parte del norte del país: en Tarapacá superó el 27%; en Atacama bordeó el 30%; y en Arica y Parinacota casi rozó el 26%. Esta supremacía regional confirma una tendencia sostenida: el PDG mantiene un arraigo electoral particularmente fuerte en territorios marcados por la migración, la minería y el descontento con los partidos tradicionales.
Un voto independiente, volátil y decisivo para la segunda vuelta
A nivel nacional, Jara y Kast pasaron al balotaje con una estrecha diferencia, pero el peso del norte —especialmente Antofagasta— posiciona a Parisi como un actor clave en la definición presidencial. El economista insiste en que no endosará votos a nadie y que ambos candidatos deberán “ganarse el apoyo en la calle”, generando una competencia abierta por un electorado de perfil independiente, crítico, antipartidos y altamente sensible a temas como costo de la vida, migración y seguridad.
Para Jeannette Jara, el escenario regional es complejo: su votación quedó por debajo del promedio esperado y muestra debilidad en zonas donde la izquierda históricamente ha debido disputar con mayor fuerza. Para José Antonio Kast, en cambio, el panorama es más favorable: podrá intentar unir en una sola fuerza a los votantes de Kaiser y Matthei y, simultáneamente, disputar parte del voto popular y antiestablishment que mantiene Parisi.
La Región de Antofagasta: laboratorio político y termómetro del país
Con más de 410 mil votos emitidos, Antofagasta se ratifica como una de las regiones más determinantes en el país. Su padrón, marcado por población migrante, trabajadores mineros, familias de esfuerzo y una alta participación de jóvenes adultos, evidencia un comportamiento electoral distinto al promedio nacional: más crítico del sistema, más independiente y más dispuesto a respaldar alternativas fuera de la estructura tradicional de partidos.
El liderazgo de Parisi en la región —algo inédito en la política chilena contemporánea producto de su baja presencia territorial y el uso intensivo de plataformas digitales— vuelve a desafiar los análisis convencionales y obliga a los dos candidatos en carrera a rediseñar estrategias específicas para el norte.
Lo que viene
La segunda vuelta presidencial se realizará el domingo 14 de diciembre, y tanto el comando de Jara como el de Kast asumirán en los próximos días una disputa territorial clave por los votantes que definieron la elección en Antofagasta: un electorado pragmático, exigente y difícil de capturar, que hoy se transforma en el eje de la batalla final por La Moneda.
La Región de Antofagasta —con un electorado diverso, móvil y políticamente impredecible— vuelve a situarse en el centro del análisis nacional y podría inclinar decisivamente la balanza en el balotaje.
