La Copa del Mundo que organizarán Estados Unidos, México y Canadá ya tiene definidos sus 12 grupos y un calendario de 104 partidos entre el 11 de junio y el 19 de julio de 2026. México abrirá el torneo ante Sudáfrica en el Azteca, Argentina quedó en una zona amable y Brasil debutará contra el Marruecos sensación de Qatar 2022, en una gala marcada por el protagonismo político de Donald Trump y el controvertido “Premio de la Paz” de la FIFA.
WASHINGTON D.C, ESTADOS UNIDOS — viernes, 05 de diciembre de 2025. El Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas fue mucho más que el escenario de un sorteo deportivo. Durante poco más de dos horas, la FIFA mezcló espectáculo, diplomacia y fútbol para revelar la hoja de ruta del Mundial 2026, el primero con 48 selecciones, repartidas en 12 grupos de cuatro equipos, y el primero que se disputará en tres países: Estados Unidos, México y Canadá.
Entre actuaciones de Andrea Bocelli, Robbie Williams, Nicole Scherzinger y Village People, el organismo que preside Gianni Infantino confirmó el cuadro completo de la fase de grupos, el calendario de la primera ronda y un dato simbólico: México vs Sudáfrica, el jueves 11 de junio de 2026 en el Estadio Azteca, será el partido inaugural. Un guiño directo al duelo que abrió Sudáfrica 2010 y una forma de subrayar el peso histórico del coloso de Ciudad de México, que por tercera vez recibirá el inicio de una Copa del Mundo.
Un formato inédito: 48 selecciones y 104 partidos
El sorteo terminó de darle forma a un Mundial que rompe casi todos los moldes conocidos. Serán 104 partidos en 38 días, con 12 grupos de cuatro equipos cada uno. Avanzarán a los dieciseisavos de final los dos primeros de cada zona y los ocho mejores terceros, configurando por primera vez en la historia una ronda de 32 selecciones en eliminación directa.
Estados Unidos, México y Canadá, como anfitriones, ya estaban preasignados como cabezas de serie en los grupos A, B y D. El resto de los bombos se definió según el ranking FIFA de noviembre de 2025, que determinó a España, Argentina, Francia, Inglaterra, Brasil, Portugal, Países Bajos, Bélgica y Alemania como los otros cabezas de serie.
La mecánica mantuvo una regla clásica: evitar, en la medida de lo posible, que equipos de la misma confederación —excepto la UEFA— compartan grupo. Las seis plazas restantes se resolverán en marzo de 2026, a través de un repechaje europeo y otro intercontinental.
El mapa del Mundial: grupos, pesos pesados y trampas ocultas
El bombo arrojó un reparto que combina grupos aparentemente accesibles para algunos gigantes y zonas de alto voltaje competitivo para otros.
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Grupo A: México, Sudáfrica, Corea del Sur y el ganador del playoff europeo D (Dinamarca, Macedonia del Norte, República Checa o Irlanda). El Tri, anfitrión y cabeza de serie, tendrá un estreno cargado de simbolismo ante Sudáfrica en el Azteca y un cierre potencialmente durísimo ante el clasificado europeo.
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Grupo B: Canadá, Suiza, Qatar y el ganador del playoff europeo A (Italia, Irlanda del Norte, Gales o Bosnia-Herzegovina). Los norteamericanos, en su tercer Mundial, deberán lidiar con una siempre competitiva Suiza y el morbo de un posible cruce con Italia, si la Azzurra consigue su billete en la repesca.
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Grupo C: Brasil, Marruecos, Escocia y Haití. El equipo de Carlo Ancelotti debutará ante el Marruecos semifinalista de Qatar 2022, en uno de los partidos más atractivos de la fase de grupos. Escocia, de regreso al Mundial tras 28 años, y un Haití que rompe su larga ausencia completan una zona mucho más envenenada de lo que sugiere el papel.
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Grupo D: Estados Unidos, Paraguay, Australia y el ganador del playoff europeo C (Turquía, Rumania, Eslovaquia o Kosovo). El anfitrión buscará apoyarse en su condición de local para mejorar lo hecho en 1994, con rivales incómodos pero abordables.
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Grupo E: Alemania, Ecuador, Costa de Marfil y Curazao. La Mannschaft, cuatro veces campeona del mundo y golpeada por dos eliminaciones en primera fase consecutivas, se reencuentra con Ecuador, rival en 2006, y con el campeón de África. El debutante Curazao aporta el matiz de “cenicienta”.
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Grupo F: Países Bajos, Japón, Túnez y el ganador del playoff europeo B (Ucrania, Suecia, Polonia o Albania). La Naranja sueña con su primer título y tendrá un arranque exigente ante el dinámico Japón. El clasificado europeo, sea cual sea, promete subir varios grados la dificultad de la zona.
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Grupo G: Bélgica, Egipto, Irán y Nueva Zelanda. En plena transición generacional tras el adiós de su “Golden Generation”, Bélgica encabeza un grupo donde ninguno domina el escenario mundial, pero casi todos tienen oficio para complicar a cualquiera.
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Grupo H: España, Uruguay, Arabia Saudita y Cabo Verde. Campeona de Europa y número uno del ranking, la Roja se instala como candidata natural en una zona que incluye al Uruguay de Marcelo Bielsa, siempre competitivo en Mundiales, una Arabia Saudita acostumbrada a dar golpes como el 2-1 a Argentina en Qatar y el debut absoluto de Cabo Verde.
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Grupo I: Francia, Senegal, Noruega y el ganador del playoff FIFA 2 (Bolivia, Surinam o Irak). Es uno de los grupos más potentes del torneo: la Francia de Kylian Mbappé, subcampeona en 2022, se cruzará con el Senegal de Sadio Mané y con la Noruega de Erling Haaland, en un duelo directo de superestrellas llamado a acaparar las portadas.
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Grupo J: Argentina, Argelia, Austria y Jordania. Para muchos analistas, el grupo más benévolo entre las potencias sudamericanas. La vigente campeona del mundo, con Lionel Messi en el ocaso de su carrera, iniciará la defensa del título ante Argelia y completará la fase inicial frente a una Austria que regresa tras casi tres décadas y una Jordania debutante.
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Grupo K: Portugal, Colombia, Uzbekistán y el ganador del playoff FIFA 1 (Nueva Caledonia, Jamaica o RD Congo). Un cuadro que cruza el último gran baile mundialista de Cristiano Ronaldo con una Colombia revitalizada y con la incógnita competitiva de Uzbekistán, uno de los debutantes asiáticos.
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Grupo L: Inglaterra, Croacia, Ghana y Panamá. La Inglaterra de Thomas Tuchel y Jude Bellingham se estrenará ante la siempre competitiva Croacia, subcampeona en 2018 y tercera en 2022, en un duelo con aroma a clásico reciente. Ghana y Panamá completan una zona sin rivales fáciles.
Argentina, Brasil y Uruguay: miradas sudamericanas a un Mundial gigante
Desde Sudamérica, el sorteo dibuja tres caminos muy distintos para las potencias históricas del continente.
Argentina, actual campeona del mundo y también monarca de América, encuentra un grupo sin grandes colosos europeos. El reto estará más en sostener el nivel de Qatar 2022 y gestionar la presión de defender la corona con un Messi de 39 años y una generación que ya probó saber ganar eliminatorias a todo o nada.
Brasil, en cambio, enfrenta desde el arranque una prueba de fuego ante Marruecos, la selección que rompió el techo africano en 2022. Con Ancelotti finalmente sentado en el banquillo verdeamarelo y con dudas en torno al estado físico de Neymar, el grupo C se perfila como uno de los más atractivos para el público neutral.
Uruguay, por su parte, queda emparejada con la España de Luis de la Fuente en el grupo H. El duelo entre la Roja y la Celeste, previsto para la tercera jornada, promete ser uno de los grandes partidos de la primera fase, más todavía considerando el sello ofensivo de Marcelo Bielsa y el peso histórico charrúa en este tipo de citas.
Un sorteo bajo la sombra de Trump y el “Premio de la Paz”
Si el cuadro deportivo se llevó buena parte de la atención de los aficionados, en la platea política el protagonista absoluto fue Donald Trump. El presidente de Estados Unidos no solo compartió palco con Claudia Sheinbaum, presidenta de México, y Mark Carney, primer ministro de Canadá, sino que fue distinguido por la FIFA con el primer “Premio de la Paz” del organismo.
El galardón, presentado por Gianni Infantino con un discurso cargado de elogios, y acompañado por un video que atribuía a Trump el fin de “ocho guerras” en sus primeros meses de gobierno, desató controversia inmediata en redes y entre analistas. El premio coincidió, además, con la entrega del Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado en Oslo, lo que amplificó la lectura política del gesto.
Trump, con una medalla dorada colgada al cuello y sosteniendo una escultura que recuerda al propio trofeo mundialista, definió el momento como “uno de los grandes honores” de su vida y aseguró que, bajo su liderazgo, Estados Unidos “hoy es un país más seguro” mientras prometía que el Mundial 2026 será “algo increíble”.
El Mundial más grande de la historia ya tiene guion
Con los grupos definidos, el calendario armado y la escenografía política desplegada, el Mundial 2026 entra en su cuenta regresiva final. Quedan por resolverse los repechajes de UEFA y FIFA, y con ellos el nombre de seis selecciones que completarán la lista de 48 participantes.
Lo demás, a estas alturas, es ansiedad: un torneo extendido, tres países anfitriones, 16 ciudades, estadios icónicos como el Azteca, el MetLife de Nueva Jersey —que albergará la final del 19 de julio— y un mapa competitivo donde conviven campeones consagrados, amenazas silenciosas, cenicientas exóticas y candidatos que aún están por revelar su verdadero techo.
El sorteo ya escribió el primer capítulo. Lo que ocurra cuando la pelota empiece a rodar en junio de 2026 puede romper cualquier guion previo. Y esa, precisamente, sigue siendo la mayor virtud de la Copa del Mundo.
