El freestyler Joaquín Díaz Orellana, conocido artísticamente como Jado SXTN, contó en Pulso Joven cómo pasó de improvisar en la Plaza del Tren a estar a punto de encabezar una final nacional en casa (11 de octubre), viajar a competir a Cochabamba (18 de octubre) y lanzar su primer EP el 8 de noviembre. Un trayecto de 13 años que hoy combina liderazgo artístico, gestión cultural y una meta clara: darle viralidad a su pueblo.

Vista general de la Iglesia San Francisco Javier durante la misa de Oración por Chile en Taltal.

TALTAL — miércoles, 24 de septiembre de 2025. Ante la audiencia de un Instagram Live, Jado SXTN habló sin prisa y sin poses. Reconoció dudas, celebró aprendizajes, improvisó un reto de un minuto con conceptos taltalinos y dejó una promesa con fecha: “Este año sí o sí subo el EP”. Su relato no busca épicas personales: “Si yo lo hago bien, también lo hago por Taltal”.

“Los sueños están para cumplirse”, dice Joaquín Díaz Orellana (Jado SXTN) al recordar la Gran Noche Juvenil del aniversario comunal, cuando subió a un escenario grande por primera vez. Detrás hubo meses de ensayo con confirmaciones que llegaban a última hora. “Lo decretamos: ensayar como si ya estuviéramos arriba”, resume. La escena en la Plaza del Tren —tacatacas, camas elásticas, artistas— lo acompañó desde niño. “A los 13 les dije a mis amigos: el día que caiga uno, vamos todos”.

Cultura que se organiza
El hip hop, advierte, cargó estigmas que ya no le calzan. “Ya no somos niños; somos adultos con criterio. La gente va a disfrutar nuestra cultura”. Agradece gestos concretos —como el punto de electricidad fijo en la Plaza del Tren— y pide el siguiente paso: más difusión y mejor producción. “Se puede autogestionar, pero con un poco de apoyo podemos lograr algo enorme”.

Jado ha competido a nivel regional, nacional e internacional; aun así baja la consigna a lo local. “Yo represento Taltal. Decir ‘Chile’ abunda, pero yo me debo a donde partí. Si me va bien, quiero que pregunten qué es Taltal”. Su norte es simple: usar cada escenario para romper el anonimato que suele envolver a la cultura en ciudades pequeñas.

Se toca el tatuaje y nombra a su gente: Seexteen Crew. “Más que ‘jefe’, asumí un liderazgo positivo”. Cuando lo invitaron a competir en Bolivia, pidió un cupo extra para clasificar a otro taltalino y correr con sus gastos. El anuncio encendió las redes: publicaciones con 15 mil vistas y clasificatorias en Copiapó, Calama, Mejillones y Antofagasta. La final nacional será en Taltal, el 11 de octubre, en la Plaza del Tren: el campeón viajará con él a Cochabamba el 18 de octubre. Jado no será jurado para evitar sesgos y sueña con un montaje “estilo Red Bull/FMS”.

El EP: concepto y riesgo

No hay hip hop ‘puro’ en el disco”, avisa con una sonrisa. Para él, el rap es poesía que puede posarse sobre jazz, rock o lo que se cruce. Letras personales, colaboraciones con su círculo cercano y una máxima innegociable: si a él no le gusta, no sale. Fecha elegida: 8 de noviembre —idealmente a 20:20— como regalo de cumpleaños y de comunidad.

En vivo, se lanzó a un reto de un minuto con palabras del territorio:  Cultura, Playa, Ecosistema, Puntilla, Chango. Flujo apretado, rima limpia. “Más de 500 palabras”, le cuentan al final. Jado ríe, toma nota: “Ojo Red Bull”.

El diagnóstico es claro: faltan escuelas, talleres y estudios accesibles. “Grabar cuesta plata. Sería hermoso que quienes no tienen recursos puedan practicar y producir”, plantea. No es nostalgia; es una hoja de ruta para que más niñas y niños encuentren un lugar donde expresarse y no se pierdan«.

«No se hagan expectativas con premios o métricas. Disfruten el proceso. Si algo te gusta y no da vergüenza cuando te miras al espejo, sigue. El día de mañana puedes ser el próximo campeón o el próximo fenómeno. Si alguien crece, crecemos todos”, agregó.

La historia de Joaquín Díaz Orellana, alias Jado SXTN, no es solo un ascenso individual; es un plan de escena: entrenar, producir, abrir cupos, visibilizar. Del under al escenario grande, su mantra se mantiene: representar Taltal y empujar para que la cultura local tenga el foco que merece. La cita inmediata es en la Plaza del Tren, y la promesa, en el EP de noviembre. El resto —como en el freestyle— se construye en tiempo real.