La región registró uno de los ingresos promedio más altos del país —$1.056.125 mensuales—, pero la brecha salarial por sexo se mantuvo elevada, según la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del INE.

ANTOFAGASTA — Las mujeres ocupadas de la región percibieron en 2024, 34,3% menos que los hombres. El dato proviene de la ESI del INE, que confirma un mercado laboral de altos sueldos en términos agregados, pero con diferencias persistentes por sexo.

La medición muestra que, mientras el ingreso medio de los hombres se situó en torno al millón doscientos mil pesos y la mediana cerca de los $887 mil, en las mujeres el promedio fue de $807.421 y la mediana de $605.850. Esta última cifra retrata mejor el “sueldo típico” porque no se ve tan afectada por los extremos salariales.

En el plano regional, el ingreso medio mensual —sumando a hombres y mujeres— alcanzó $1.056.125 en 2024, por encima del promedio país. Antofagasta se ubica así entre las zonas con mayores remuneraciones de Chile, impulsada por su estructura productiva.

Especialistas consultados por la prensa coinciden en que la composición sectorial explica parte del diferencial: la minería y actividades afines —con fuerte presencia masculina y bonos asociados a turnos y trabajo en altura— empujan hacia arriba los sueldos de los hombres. A ello se suman asimetrías en cargos de jefatura y especialización, y la menor participación femenina en ocupaciones de mayor pago, lo que abre una brecha tanto en la media como en la mediana.

Los académicos también advierten que la brecha no implica que todos los hombres ganen más que todas las mujeres, sino que, en promedio, los salarios masculinos se concentran en tramos altos con mayor frecuencia. Cuando se observa la distribución completa, las diferencias se han reducido gradualmente en la última década, pero no desaparecen y tienden a ampliarse en los sectores más intensivos en capital.

Para cerrar, los economistas sugieren políticas combinadas: fomento de la formación técnica en rubros de mayor demanda, corresponsabilidad en cuidados para ampliar la oferta de trabajo femenina, y protocolos de transparencia salarial en empresas ancla. Con todo, la ESI 2024 confirma el diagnóstico: Antofagasta paga más que el promedio nacional, pero lo hace de forma desigual entre hombres y mujeres.